Um hilo rojo se desprende de la caja
Claudio Suárez Cruzat, cirujano torácico
chileno y escritor, en: El Kimono de seda
Cuando Peter Burke, historiador inglés, estaba en Brasil lanzando sus libros en portugués, informó con sorpresa que en la década de 1980 su idea sobre América Latina era que Brasil era parte de la terminología. Sin embargo, las personas que hablaron con él sobre el tema le dieron una idea muy diferente: que Brasil estaba en otro lugar, no en América Latina. Los británicos hablan lo mismo de Europa y los sicilianos hablan lo mismo de Italia, sin embargo lo que los separa es la geografía del mar. Aquí está el idioma.
Siempre he querido explorar este tema fuera de mi nido. Así que me fui a la tranquila Talca, una ciudad en el interior chileno y un lugar pacífico para explorar la etiqueta más opaca que separa a Brasil de sus fronteras: el idioma. La pequeña Talca se ubica al sur de Santiago y a tres horas de la hermosa capital. Organizó una prolífica reunión científica sobre cirugía torácica, cuyo programa incluyó operaciones en vivo y, al final de la jornada, conversaciones acompañadas de buen vino de la región del Maule.
Durante el programa teórico hice una prueba: abandoné mi modesto Portunhol -para no decepcionar a Neruda- y hablé con calma sobre el tema que me proponían. Quería hacerles entender, de alguna manera, mi portugués mezclado con açaí. Luego de la presentación mesurada, pregunté a las personas más cercanas a mí sobre su comprensión de la conferencia. Sentí un hemisferio craneal hablando en portugués y la otra mitad en "portunhol". Una extraña inquietud. La observación resultó positiva en términos de comprensión.
Salí de allí con ganas de estudiar español. Empecé el camino de regreso. Comencé leyendo El kimono de seda, de Claudio Suárez Cruzat, cirujano torácico retirado que vive en Santiago y ahora se dedica a la literatura. Terminé la telenovela en una semana. Allí me di cuenta de que la ruptura de la frontera puede ocurrir si hay dedicación. De esta manera rompería la barrera lingüística y abrazaría a Gabriela Mistral y Alejandro Zambra, reconocidas figuras de la literatura chilena. Otro aspecto decisivo para que nos dediquemos al español y nos acerquemos a los latinos es la cuestión de la difusión de la lengua portuguesa a nivel internacional. Aunque el español y el francés han establecido una sólida presencia en el canon universal, el portugués sigue siendo en gran medida periférico. Hay grandes obstáculos con el lenguaje de Jorge Amado, pero si fuera por Gabriel García Márquez, el Portunhol se oficializaría, tal como propuso en: Yo No Vengo A Decir Un Discurso.
Peter Burke, que siempre quiso disipar la idea de esa separación, me recordó a Simón Bolívar, en el reciente intento de crear la República Bolivariana, que terminó atropellado por el veneno escorpiónico de su entorno.
Al igual que Burke, la ALAT (Asociación Latinoamericana de Tórax), a través del Departamento de Cirugía Torácica, busca estandarizar el pensamiento de unidad entre su nueva directiva, manteniendo el idioma español. Ricardo Terra (Brasil) y Francina Bolaños (México) organizaron un grupo de redes sociales con la tarea de unificar nuestras fronteras, tratando de facilitar la comunicación. En el grupo social sólo se habla español, sobre todo porque la mayoría hablamos la lengua de Cervantes. Terra y Bolaños apuestan por este enfoque, utilizando una herramienta única: la linealidad científica en un lenguaje domesticable por sus raíces que provienen del latín.
Así, desde la Patagonia hasta la cima de México, ALAT recorre Brasil con su magnitud lingüística, definiendo el deseo de que la magia de la unificación suceda y crezca a través de las raíces del latín.
Texto escrito em português com tradução livre para o espanhol.
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